PEQUITO EL AVENTURERO

Pequito el aventurero es mi ópera prima. Es una novela corta para niños que nos transporta a una realidad de la que intentamos rehuir. Pequito los llevará de la mano a su mundo fantástico y les enseñará que los sueños se pueden volver realidad y a pesar de las adversidades jamás debemos renunciar a ellos. El blog de Pequito, tiene además, otras historias,cuentos y dibujos para el goce de los niños y no tan niños.

Tuesday, August 12, 2008

LOS NIÑOS NO SON TONTOS

Esta entrevista la hizo el editor de culturales del diario La República Pedro Ecribano al escritor chileno Mauricio Paredes que tiene entre sus títulos infantiles "La cama mágica de Bartolo" y "Ay cuanto me quiero", Paredes estuvo invitado en la reciente Feria del Libro. Hoy es considerado un fenómeno editorial de libros para niños.



Se tituló de Ingeniero Civil Eléctrico. No sabe qué chip o circuito "falló" para que abandone su profesión y se eche a encandilar a niños con las historias de sus cuentos. Mauricio Paredes es un escritor chileno que ha venido invitado por la FIL de Lima. En su país no solo goza del prestigio de ser un verdadero trabajador por la literatura infantil, sino, sobre todo, la preferencia de los lectores pequeños.

Desde el 2001, que optó por el mundo mágico de los cuentos para niños, ha publicado La cama mágica de Bartolo (2002), ¡Ay, cuánto me quiero! (2003), La familia Guácatela (2005), Verónica la niña biónica (2005), Los sueños mágicos de Bartolo (2006); junto a Romina Carvajal, El diente desobediente de Rocío (2005) y junto a Verónica Laymuns, El festín de Agustín (2006).

–¿Un escritor adulto, juega al niño cuando escribe para niños?

–Lo que yo pienso cuando escribo es, principalmente, en el niño que yo fui. Yo escribo los libros que a mí me habría gustado leer en el colegio. No pienso tanto en los libros actuales, ni en los niños del futuro o en los niños del pasado. Yo pienso principalmente en mí, en el niño lector que fui. Disfruto mucho escribiendo, me gusta reírme de mí, busco humor, trabajo con el sentido de lo absurdo e incluso juego con cosas que están prohibidas en la sociedad.

–El niño, en tanto no está influenciado por lo que dicen los periódicos de un libro o por la trayectoria del autor, ¿no te asalta el temor de que al niño de pronto no le guste tu libro?

–Mira, es muy interesante lo que tú me preguntas. En ese sentido, creo que soy terriblemente irresponsable al escribir. Yo no escribo tomando en consideración lo que va a pasar con el libro, de hecho muchos dicen que los libros míos quizá puedan ser políticamente incorrectos. Pero los niños son políticamente incorrectos, si algo les parece mal, lo dicen. Esa honestidad de la infancia a mí me gusta mucho, esa franqueza, o sea, si el niño dice "no me gusta el libro", yo no tendría ningún problema. Pero gracias a Dios no ha pasado, si no ya no publicaría.

–Tus libros llegan masivamente en Chile, ahora se expanden a otros países de Latinoamérica, tienes una responsabilidad.

–Sí, hay niños que preguntan a través de email de qué va a ser el próximo libro, qué va a tratar. En ese sentido siento que hay un compromiso social, el darme cuenta de que algo que yo hago repercute en las emociones, en los sentimientos de los niños que están formándose, entonces hay una responsabilidad y trato de que eso no interfiera en la creación artística.

–Es tarea también de los editores.

–Ahí es fundamental la labor, en mi caso, de la editora. Yo escribo de forma totalmente artística, irresponsable, en el sentido que voy por el lado de la creatividad. La literatura como un fin en sí mismo, no como un medio, si después deviene en un vehículo de educación, de formación, ¡fantástico! Pero yo no escribo para que el profesor lo use como guías pedagógicas, curriculares. Allá ellos cómo lo usan. Yo no busco el cien por ciento de la comprensión de un libro sino el cien por ciento del gozo de ese libro.

–Ahora, hay también quienes escriben creyendo que el niño es un ñoño.

–Sí, y que como son niños hay que hablarles como tontos, como si fueran adultos tontos. Y no lo son, sino que son niños y lo que pasa es que todavía no tienen la experiencia, pero sí la agudeza mental. Yo he hecho más de cuatrocientas presentaciones, en distintos países, y los niños son agudos haciendo preguntas.


SI NO LES GUSTA, DEJAN EL LIBRO

–Cuando se escribe para adultos, a veces bastan elementos como drogas, política, cuando se escribe para niños, ¿cuáles son las materias primas?

–Es interesante la pregunta, porque los recursos que tú mencionas: violencia, sexo explícito, coyuntura política, etc., con eso tú puedes armar una novela para adultos, que quizá no sea muy buena. Pero si tú pones esos elementos, algo vas a vender o vas a generar cierta resonancia. Por último, la curiosidad morbosa de la gente está ahí, pero el libro desaparece. Son libros que duran muy poco, tienen un despunte de ventas y después bajan muy rápido. En cambio, en la literatura infantil no se pueden usar esos elementos. A mí esa restricción me parece un regalo, porque obliga al autor a escribir una muy buena historia. Si el libro del argumento es aburrido, el niño prácticamente abandona el libro, ellos son categóricos. Entonces, para los niños, tiene que haber historia y manejo de la tensión dramática y de las emociones. Los niños, en la mañana son amigos del alma, al mediodía, enemigos a muerte y en la tarde, otra vez compadres. Son como una montaña rusa de emociones. A ver, cómo escribir para ellos.

Friday, August 08, 2008

ENTREVISTA EN RPP

Presentan Pequito el aventurero. La huaca misteriosa
Luego de la exitosa primera parte de la novela infantil "Pequito el aventurero", el escritor y periodista Julio Cabrejos entrega la segunda parte de esta intrépida saga. Pequito es un niño trabajador de la calle que, con la ayuda de sus fantásticos amigos, lucha por alcanzar sus sueños a pesar de las adversidades. La nota continúa aquí

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